Primeros, primeros & primeros amores
Mi primer amor fue tal que asi: me entregaron una bella rosa roja y negra con muchas espinas, y aunque al principio me puse guantes para cojerla, acabe tocandola y pinchandome cayendo dormida en un lecho de espinas y sangre.
Aqui fue dónde mi corazón fue traspasado por unas tijeras de coser abiertas que lo cortaron y para procurar muerte segura fueron empujadas hasta el fondo.
En fin, al tercer día una amiga que quiso hacer de enfermera azul, me llevo a conocer a un chico, con el cual acabe saliendo......hasta que en medio de la relación me hirvio la sangre y las tijeras se calentaron con ella haciendo que la herida suturase un poco; fue tal el hervor, que acabe experimentando con un buitre aleonado, volando por sitios que me quedaba fascinada y asi surgió una lluvia ácida que rompió al "novio afeminado" en una mezcla grasosa de poliuretano y gasolina.
Era yo entonces un experimento, un lobo y un gato a la vez, las dos cosas al mismo tiempo, donde experimenté muchas traiciones y engaños, mi corazón estaba lleno de puñales, espinas, astillas y dagas; pero no fue entonces cuando mi mayor músculo del aparato circulatorio sufrió la peor condena, que el de una espada al rojo vivo ya llena de sangre de otras víctimas; Recordándole aquel apuñalamiento de tijeras, me vino con un ramo de esperanza y acabe en la fosa cabada por su fornido cuerpo y lavia.
Acabé levantandome y quitande la tierra de encima y cojiendo un tren...amaba los paisajes. Conoci a un lobo, casi como yo negro y independiente. La cosa no salio nada bien a pesar de esperar y esperar ,como un perro abandonado a la espera de su amo, acabé en urgencias con el corazón desgarrado por la zarpa de aquel lobo que me atacó moviendo todos los elementos punzantes de mi interior.
Con eso último, me convertí en una loba blanca llena de cicatrices, ya no era para nada mixta, tan solo quedaban recuerdos de los latentes maullidos aun apreciables en mi garganta de aquellos días inimaginables.
Evitaba todo, no queria volver a ver a ninguno del género opuesto todo me parecia polvo y decidí quedarme bajo la luz del candil de mi cubil.
Un día dejo de haber niebla, truenos, rayos, y lluvias y en medio de mi caza para alimentarme apareció un viejo amigo, un oso acorazado, me sorprendió que viniese, desde tan lejos a buscarme a mi, yo, una calcamonia de heridas y miedo.
Me cogio de la zarpa y me dijo que confiara, y aunque fue difícil ya que las relaciones entre osos y lobos nunca fueron facilesse estableció un vinculo, fue duro y a veces lo es pero a dìa de hoy él aun sana mis heridas y cura mis miedos e incluso día a día construye una piececita para que tenga una armadura con la que protegerme y para que me resbalen los malos comentarios.
A pesar de tanto metal y tanta madera o paja, parece que me voy curando...
Aún así, vi como el gran oso se lo comía todo y no me dejaba apenas ni un resquicio, valiente egoísta que no se daba ni cuenta de mis costillas desnudas y mi extrema delgadez...o me iba o moriría de inanición... Así que me fui.
Él aún me persigue lamentándose por no haberse dado cuenta...pero para mí eso es imperdonable...¿quién me dice a mi que no me lo volverá ha hacer?
Así que después de andar un largo tiempo...me encontré con una tortuga (macho) al que le gustaba contemplar los peces de su bello estanque, le pregunté si le podía hacer compañía y me dijo que sí...ahora haber como acabamos.
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